De pronto, sin darnos cuenta, la tarde del día sábado 26 de abril de 2008, un día antes de llover en la región central de Chile, mientras mi esposa y yo afotábamos en los roqueríos del balneario de Ventanas, en Puchuncaví, cerca de donde vivimos, al contemplar hacia el horizonte, el cielo se comenzó a transformar en un imponente espectáculo de luz y color; no duró más de 20 ó 30 minutos, tiempo preciso para tomar algunos fotogramas cautivantes para el ojo humano.
La razón de este hallazgo, creo, es producto de la incidencia de la luz solar en el océano, que a su vez se refleja por debajo de las nubes; un espectáculo de belleza impresionante. Además, está el hecho de que nos encontramos en período de estación otoñal en esta zona planetaria.
Bueno, juzguen ustedes mismos... yo todavía babeo de la impresión.
P.D.: Aquí les dejo un mensaje subliminal...
"Su luz se ve en el cielo
y el mundo tiembla al verla.
Las montañas se derriten como cera
ante la presencia del SEÑOR,
el dueño de toda la tierra.
Los cielos hablan de su justicia;
todo el mundo ve su gloria".
SALMO 97:4-6
Bendiciones a todos...
Atte., EDUARDO PRADO PÉREZ