"Porque el Señor tu Dios te lleva a una tierra buena; una tierra de arroyos y fuentes, y ríos subterráneos que surgen en los valles y las colinas. Una tierra con trigo y cebada, vinos de uva, higueras y granados; una tierra de olivos y miel; una tierra donde tú no vivirás en la pobreza y donde tendrás todo lo que necesites; una tierra donde las piedras son hierro y de donde sacarás cobre de las montañas. Comerás todo lo que quieras y estarás satisfecho, y entonces bendecirás al Señor tu Dios por la tierra buena que te ha dado."
DEUTERONOMIO 8:7-10
Luego, referido al final de los tiempos, el profeta Isaías visionó lo siguiente:
"Estos alzarán su voz, cantarán gozosos por la grandeza de Jehová; desde el mar darán voces.
Glorificad por esto a Jehová en los valles; en las orillas del mar sea nombrado Jehová Dios de Israel.
De lo postrero de la tierra oímos cánticos: Gloria al justo. Y yo dije: ¡Mi desdicha, mi desdicha, ay de mí!
ISAÍAS 24:14-16
Atte., Eduardo Prado Pérez
2 comentarios:
Asi es... Dios tiene palabras para cada uno de sus hijos, incluso nosotros...
Bello mensaje este dirijido a nosostros, quienes vivimos al sur del mundo...
Gracias por tu post en mi blog (ulisespp.blogspot.com)... Revisé el Salmo que señalas allí... Hermoso pasaje aquel, el clamor de muchos de sus hijos...
Bendiciones, hermano!
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